sábado, 4 de septiembre de 2010

DEFINICION SOBRE LECTURAS TOPOGRAFICAS

Lectura de mapas


Un mapa es la representación gráfica de una porción de la superficie terrestre. Para un TOPOGRAFO, lo mejor para orientarse son las cartas topográficas. Estas cartas constituyen maravillosos planos de precisión, son elementos primarios de orientación y si se saben usar, juegan un papel vital. En ellas encontramos signos convencionales llamados topográficos que asocian características de diversas representaciones y están indicados en los márgenes de la hoja. El conocimiento de estos símbolos cartográficos nos permitirá leer un mapa con absoluta facilidad asociando dichos símbolos convencionales con casas, caminos, montañas, etc. Básicamente se dividen en dos grandes grupos:

Los elementos planimétricos, que representan caminos, vegetación, hidrografía y construcciones.

Los elementos altimétricos, que representan los desniveles del suelo. Para representar las alturas (montañas), el mejor sistema es el de curvas de nivel y consiste en líneas representadas en el papel que unen puntos terrestres de una misma altura. Una verdadera carta topográfica debe expresar la planimetría y la altimetría del terreno que representa.

Estas cartas topográficas, poseen una red de cuadrículas formadas por líneas que corren de norte a sur y de este a oeste. La distancia entre esas líneas representan 1000 ó 4000 metros según la escala de que se trate y nos permiten señalar un determinado lugar geográfico. No es serio un mapa que carezca de escala. Para definirla podemos decir que es la permanente relación de la distancia real del terreno con la correspondiente en el papel. Esto nos ayudará a determinar distancias. Sólo los mapas y las cartas topográficas tienen escalas precisas que aparecen al final de la hoja, lo que no ocurre con algunos folletos de rutas. Aquí debo reconocer que los mapas de caminos que edita el Automóvil Club Argentino, por ser específicos, están más actualizados con relación a las rutas y caminos, pero no son precisos topográficamente.

La brújula


Un rumbo equivocado que nos aparta por algunas horas de la senda principal. La llegada de la noche, el frío y la angustia de no saber regresar, son algunas enseñanzas que nos da una experiencia desafortunada. Esta situación suele ser más frecuente de lo que se supone y ocurre todos los años en distintas regiones. En este estudio nuestro personaje invitado es la brújula, cuya vital importancia es demasiado obvia para quienes se alejan de zonas pobladas. Según se cree la brújula ya era conocida por los chinos unos mil años atrás de la era cristiana. Luego fueron los árabes los que la usaron y enseñaron ese descubrimiento a los occidentales durante las cruzadas. Básicamente consiste en una diminuta barra metálica imantada que invariablemente indica el norte. Las de mejor calidad poseen en su interior un limbo graduado en un disco numerado giratorio que aumenta de cero a los 360° de la siguiente manera:

N = 0°, E = 90°, S = 180°, W = 270°.El norte se denomina 360° ó 0 indistintamente.

La brújula magnética o el compás náutico son los instrumentos más sencillos y precisos para obtener rumbos y junto con la carta topográfica del lugar constituyen elementos básicos de orientación. Son necesarios para la navegación, obras civiles, etc. Orientarse con una brújula es muy fácil y hasta un niño de corta edad lo puede hacer. Simplemente habrá que depositarla sobre una superficie plana no metálica, esperar que se detenga la aguja o el disco graduado y luego leer el rumbo buscado. Es decir, nos indica solamente la dirección de marcha no la deriva que tengamos respecto al lugar donde debamos ir. Por ejemplo, con mi lancha navego directamente hacia el norte donde debo llegar a una isla, pero los vientos me desvían al este. En este caso la brújula me seguirá marcando el norte, aunque tenga que corregir el rumbo para llegar al lugar propuesto. Para ello necesariamente tendré que disponer de puntos geográficos identificables que me adviertan dicha deriva.

 LECTURA DE INSTRUMENTOS TOPOGRAFICOS

Con cierta sorpresa pude comprobar que algunos excursionistas que se aventuran por solitarios parajes no incluyen en su equipo la tan mentada brújula. El error de pensar que se conoce bien el terreno, no pensar en una imprevista marcha nocturna o la simple negligencia, influye para que esas descuidadas personas olviden tan útil instrumento. Existieron casos de quienes debieron regresar de urgencia de noche o sobre terreno nevado que cubre referencias geográficas. En estas circunstancias la orientación es sólo posible con una brújula de buena calidad. Las brújulas manuales tipo militar con lente son muy prácticas. Con ellas podemos hacer navegación terrestre, medir rumbos de día o de noche y hasta admiten un trato rudo.
La puesta en estación de un goniómetro exige que su eje principal coincida conla vertical y que ésta quede centrada sobre el clavo, estaquilla, o punto deestación del terreno.
Fijado el instrumento en su trípode, se hinca una de las patas en el terreno,pisando fuertemente el regatón metálico de la que va provisto. Sujetas las otrasdos con ambas manos, se hace coincidir la plomada sobre el punto dereferencia. Mediante el efecto corredera que permiten las patas telescópicas,se afina el centrado de la plomada sobre la señal, cuidando que el limboacimutal permanezca lo más horizontal posible. En los instrumentos provistosde nivel esférico o de aproximación, éste nos da la estima de nivelación dellimbo, como fase previa a la puesta en estación.

Los datos topograficos son todos aquellos resultados que arrojan los instrumentos, mapas topograficos, brujula etc.
estos datos deben ser decodificados e interpretados de tal forma que seguro si conocemos del tema lo podremos hacer. Reconociendo que la topografia maneja signos universales esto facilta






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